MANTENIMIENTO
El cristal se asocia tradicionalmente con la fragilidad; en cambio, es un material perfecto para las cocinas porque es duradero, higiénico, fácil de limpiar y, a diferencia de otros materiales, indeformable.
Si has elegido una cocina de cristal tal vez el primer motivo haya sido estético: un mobiliario completo de cristal, o simplemente algunos muebles altos o mesas o estantes concretos, es una solución refinada y de diseño que se ajusta a estilos como el minimalista, el moderno y el futurista.
1. Cuidados de la cocina de cristal: cuidado con los arañazos
El cristal usado para los muebles de tu cocina está tratado para ser resistente: no teme las altas temperaturas, el desgaste ni la penetración del agua.
Sin embargo, sigue siendo un material de naturaleza delicada, que requiere cierto cuidado; evita poner en contacto con él objetos contundentes, como platos, para no rayar el interior de las puertas de tu cocina acristalada.
Los vapores que desprende el lavavajillas cuando aún está caliente pueden crear manchas o incrustaciones en el cristal de tus muebles, así que ábrelo solo cuando se haya enfriado por completo.
Acuérdate siempre de limpiar cualquier goteo.
¿Cómo limpiar la cocina de cristal?
Para quitar las manchas de los muebles de cristal, puedes utilizar un paño suave o de microfibra humedecido con agua o un limpiacristales especial.
Límpiela con un paño suave y seco, especialmente en las uniones entre el cristal y el marco.
En el caso de cristales sin brillo, puedes utilizar paños suaves junto con agua destilada.
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