Las 10 reglas de oro
Regla n°3
No usar detergentes que contengan cloro (Ej. lejía) o corrosivos.
No poner en contacto con la cocina productos químicos corrosivos que arruinarían irremediablemente los acabados (acetona, amoníaco, aguarrás, lejía, soda cáustica, ácido
muriático, diluyentes, agentes desincrustantes, limpiadores de desagües, ácido clorhídrico, sustancias para la limpieza de la plata, detergentes para horno, nafta y carburantes en general, etc.). En el caso de que algunos de estos productos deban necesariamente ser conservados dentro de un mueble, asegurarse de que la tapa se encuentre siempre bien cerrada para evitar que los vapores corrosivos dañen los componentes en acero. Mantener siempre dichos productos fuera del alcance de los niños. No utilizar máquinas a vapor para la limpieza de la cocina.